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No es un secreto a voces, sino un rumor clamoroso que no para de oírse en los corrillos de la industria: el lujo está estancado. Al menos, para la gran mayoría. Lo confirman desde sus entrañas. Andrea Guerra, consejero delegado de Prada, confesaba resignado el pasado noviembre que subir precios había sido “el mayor fracaso de nuestro trabajo”. Basta un paseo por las calles y tiendas más pudientes del barrio de Salamanca para que la gran pregunta se instale en nuestra mente: ¿quién demonios puede gastarse tres mil euros en un bolso de tamaño mini?
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Los precios no paran de subir y el techo parece no llegar. Y, spoiler, los expertos solo prevén pérdidas. Chanel, por ejemplo, revisa etiquetadas dos veces al año con un mismo resultado: subirlos. Los motivos también siempre son iguales: aumento de los costes de producción, inflación y excelencia en su savoir faire. En ese sentido, el bolso de lujo, que solía ser la puerta de entrada al lujo para muchos, ya ha dejado de serlo para pasarle el trono a las gafas de sol que, aunque también ve inflados sus precios, siguen siendo más económicas y accesibles. “Igual que ocurre con el bolso de lujo, unas gafas de sol de marca representan una entrada ‘asequible’ al universo del lujo, ya que transmiten estilo y poder adquisitivo, especialmente para el público joven. Las gafas se perciben más rápidamente que un bolso”, opina al respecto María García-Barzanallana, Brands Category Manager de WOW Concept, la tienda multimarca más valorada de la capital.
Esta concept store acaba de abrir recientemente un córner dedicado específicamente a las gafas de sol, quizás viendo el tirón que están teniendo. Ya no son, afirma García-Barzanallana, un producto estacional. “Se han convertido en un complemento permanente, como el bolso, que puede usarse todo el año y en distintos contextos”, añade.
Los informes económicos también denotan que ahora el objeto de culto de las marcas es la gafa de sol. En 2024, el mercado nacional de la óptica aumentó sus ventas un 7.7% respecto a 2023 llegando a los 880 millones de euros. Marcas como Mr Boho no para de extenderse y empresas como Essilor Luxottica defienden cifras de crecimiento que alcanzan el 4,4 %.
Como sucedía - y sucede - con los bolsos de lujo, cada temporada hay ciertas gafas de sol que se revelan como absoluto objeto de culto, repitiéndose de forma incansable en los looks de las mujeres que dictan los códigos de estilo de la temporada, agotándose y acumulando listas de espera. También convirtiéndose en motivo de ahorro para muchas pues las firmas de lujo también han subido los precios en su sección de gafas haciendo que modelos concretos alcancen los 450 euros. Esta temporada hay ciertos modelos que podríamos considerar ‘virales’ y que consiguen convertirse en el elemento más identificativo y potente de un estilismo. En un cartel que grita ‘hola, sé de que va esto de la moda’.
→ Las Triomphe de Celine
→ Las Miu Regard de Miu Miu
Principalmente son estos dos los modelos que esta temporada concentran el protagonismo, aunque María García-Barzanallana identifica ciertas tendencias:
Complementos (bolsos, pendientes, collares…) para la Feria de Abril
Las invitadas menos “famosas” y más estilosas de la historia de la Gala Met