ORBáN DESVELA SUS CARTAS PARA COMPRAR TALGO: EL ESTADO HúNGARO PONDRá TODO EL DINERO

Resuelta la incógnita sobre el origen de los fondos que financiarán la posible compra de Talgo por parte del consorcio húngaro Ganz-MaVag (Magyar Vagon), que ya ha presentado su opa al mercado y está pendiente de recibir respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez. Será el Estado húngaro el que ponga todo el dinero para hacerse con el fabricante de trenes español, una operación que movilizará 619 millones de euros en favor de los inversores de la compañía en caso de que reciba el visto bueno del Consejo de Ministros, algo a lo que en Moncloa no parecen dispuestos vistos sus movimientos con CriteriaCaixa.

Con ello, las sospechas del Ejecutivo español de que la operación fuera financiada con dinero procedente de Rusia parecen disiparse después de que el gobierno de Viktor Orbán haya dado luz verde a un préstamo de la agencia estatal de crédito a la exportación Eximbank por 345,45 millones de euros a Ganz-MaVag Holding Kft. Esta empresa es propietaria del 55% de Ganz-MaVag Europe Kft., la que formuló la opa sobre la compañía ferroviaria con sede en Madrid.

Según desvela el medio húngaro 24.hu, el 2 de abril se registró una garantía sobre el préstamo concedido a Ganz-MaVag Holding Kft., tal y como consta en documentación publicada en el registro de garantías de préstamos del país magiar a la que tuvo acceso ese medio. Con ello, el Eximbank trata de cubrirse los riesgos derivados de las deudas que genera este préstamo, incluídos los intereses de transacción, demora, comisiones, honorarios, costes de ejecución y otros.

Días atrás, también se dio a conocer que el Gobierno de Orbán inyectó más de 1.100 millones de euros al fondo estatal Corvinus, propietario del 45% restante de la sociedad con la que se pretende comprar Talgo. Teniendo en cuenta que la opa asciende a 619 millones, su aportación a la misma debería ascender a 278,55 millones de euros.

La última de estas transferencias, realizada a finales de enero, ascendió a 305 millones de euros, una cantidad próxima a la necesitada por Corvinus para financiar su participación en la operación española. A preguntas de 24.hu, el ejecutivo húngaro no negó que se vayan a dedicar a la adquisición de Talgo, limitándose a responder que su destino está por determinar en función de decisiones todavía por tomar.

Replicar la compra de Vodafone Hungría

Según señala el mismo medio, la estrategia del Ejecutivo de Orbán sería similar a la aplicada meses atrás para hacerse con la propiedad de la filial húngara de Vodafone. Entonces, el Estado cubrió la mayor parte de la financiación, pero la propiedad mayoritaria de la empresa quedó en manos del sector privado, algo que se podría replicar con Talgo, visto el reparto accionarial de la empresa que presentó su puja por la compañía española.

En el caso de Ganz-MaVag, sus representantes legales formaron parte de anteriores gobiernos del Primer Ministro húngaro: Andras Tombor, el interlocutor de referencia, fue consejero de asuntos de Seguridad Nacional en el primer ejecutivo de Orbán, entre 1998 y 2002; mientras que Gyorgy Bacsa es un alto ejecutivo con presencia en los consejos de administración de la bolsa de Budapest y de la petrolera Mol, algunos de cuyos directivos también están en el accionariado de las sociedades propietarias de Magyar Vagon.

Desvelada la incógnita del origen de los fondos, queda por conocer qué argumentos utilizará Moncloa para tumbar la operación, en caso de que proceda con su anunciado veto. A las dificultades para argumentar que un grupo inversor de un estado miembro no pueda adquirir una compañía en otro país de la Unión Europea ahora se suma que toda su financiación procede de las arcas públicas de ese estado miembro, lo que pone en una situación todavía más comprometida al equipo de Pedro Sánchez.

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